¿Qué grasas necesitamos?



Las grasas, pese a su mala fama, son muy necesarias para nuestro organismo, en el que cumplen importantes funciones. Entre otras, son una reserva de energía y aíslan del frío, hacen de envoltorio de órganos vitales como corazón, riñones, cerebro e hígado, ayudan a transportar las vitaminas liposolubles y participan en la producción de vitaminas, hormonas, ácidos biliares y pigmentos.
La clave está en saber cuáles son las grasas sanas y cómo debemos consumirlas. Lo más sencillo es aprender a distinguir las grasas saturadas de las insaturadas: Las primeras son las que son sólidas a temperatura ambiente, que son en general todas las grasas de origen animal (quesos y mantequillas, huevos, carnes y embutidos) y algunas de origen vegetal como los aceites de palma y coco, y la grasa del cacao. Las segundas son líquidas a temperatura ambiente y están en el pescado y en las semillas y aceites vegetales como el de oliva, girasol o sésamo. Para una dieta equilibrada es mejor dar preferencia a las grasas insaturadas.
Los aceites refinados no son aconsejables porque para su obtención se añaden sustancias químicas perjudiciales y se utiliza calor, que destruye gran parte sus nutrientes  y vitaminas. Las margarinas, contrariamente a lo que nos dice la publicidad, tampoco son recomendables, pues son el resultado de una manipulación de los aceites vegetales, que son tratados con productos químicos para solidificarlos, con lo que se saturan y pierden sus propiedades beneficiosas.
Consejos para el correcto consumo de grasas:
1º CONSUMIRLAS CON MODERACIÓN: El cuerpo sólo necesita pequeñas cantidades, que según la OMS equivalen al 10 ó 15% del volumen total de alimentos ingeridos.
2º FREÍR SÓLO OCASIONALMENTE: A altas temperaturas no sólo pierden sus propiedades sino que se transforman, saturándose o bien produciendo sustancias tóxicas e incluso cancerígenas, como las acroleínas. Reservaremos los fritos para ocasiones especiales y daremos preferencia a rehogados, salteados, plancha y aceite en crudo para aliñar.
3º CONSUMIR PREFERENTEMENTE GRASAS INSATURADAS DE CALIDAD: Se encuentran en el pescado, los aceites vegetales de primera presión en frío como el de oliva o sésamo, los frutos secos como almendras, nueces, avellanas, piñones… y en las semillas de sésamo, girasol y calabaza. El aguacate también es una buena fuente de grasas saludables.
4º SUPRIMIR TOTALMENTE EL CONSUMO DE GRASAS TRANSFORMADAS: Son altamente perjudiciales para la salud, a muchos niveles. Se encuentran en los aceites refinados, las margarinas y los productos procesados industrialmente, sobre todo la bollería industrial, que contiene grasas saturadas de la peor calidad.
5º MANTENER EL HÍGADO EN BUEN ESTADO: Es el órgano encargado de procesar las grasas. Para cuidarlo evitaremos las sustancias que le perjudican: Alcohol, azúcar, tabaco, café y medicamentos innecesarios.
6º CONSUMIR REGULARMENTE VERDURAS, CEREALES INTEGRALES EN GRANO Y LEGUMBRES: Son alimentos que nutren sin aportar apenas grasas, suministrando además gran cantidad de fibra que en los intestinos captura el colesterol, impidiendo su reabsorción y ayudando a eliminarlo.

FUENTE: blog Rosa Tugores. 

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